Se utiliza para cubrir la superficie de la mesa. La protege de golpes, y evita que las fuentes calientes dañen la madera.
Aumenta la sensación de confort durante la comida, porque da mayor prestancia al tejido del mantel. Y amortigua los ruidos que se puedan producir con la vajilla.
Además, evita que el mantel resbale y absorbe los líquidos derramados.