Cómo combinar mesas y sillas de comedor (sin perder el estilo ni la cabeza)

Combinar mesas y sillas de comedor no es una ciencia exacta, pero sí un arte con truco. Y a veces, el mantel adecuado hace que todo encaje (aunque no encaje del todo).
¿Las sillas y mesas del comedor deben combinar?
No necesariamente. De hecho, cuando todo “combina” demasiado, la mesa puede parecer sacada de un catálogo de hace diez años. Hoy buscamos algo más vivo, más personal.
Una mesa de comedor en madera natural puede llevar sillas tapizadas, metálicas, de ratán… incluso todas distintas si hay coherencia visual.
¿Qué crea esa coherencia? El equilibrio de materiales, alturas, proporciones…
Consejo práctico: si tu mesa es muy protagonista (una pieza antigua o con mucha textura), usa un mantel liso y de caída elegante. Si las sillas son el foco, prueba con un mantel de estampado sutil que acompañe sin competir.
¿Las sillas del comedor deben ser más oscuras o más claras que una mesa?
Depende de lo que quieras provocar.
Una mesa clara con sillas oscuras transmite contraste, estructura.
Una mesa oscura con sillas claras suaviza el conjunto, lo hace más ligero.
Y si todo es de la misma gama, corres el riesgo de que se diluya la gracia.
¿Y si te dijera que un mantel lo puede equilibrar todo?
Si tu conjunto es muy claro y te parece frío: añade un mantel en tono piedra o ivory.
Si todo es muy oscuro y quieres luz: elige blanco roto o lino natural.
¿Tonos medios? Entonces juega con estampados: flores, cuadros vichy, rayas…
Una vez me empeñé en combinar unas sillas de mimbre con una mesa antigua de nogal. Mi marido (que como sabéis es anticuario) me miró como si acabara de decir que iba a colgar un elefante en el salón. Lo gracioso es que, cuando puse un mantel blanco roto con festón precioso… me preguntó si la mesa era nueva. ¡Y eso que era suya!
¿Está bien tener sillas de comedor de diferentes colores?
No solo está bien: puede ser maravilloso. Especialmente si quieres una mesa viva, alegre, con carácter. La clave está en repetir alguna constante: el material, la forma del respaldo, el estilo general… o el mantel.
Porque un mantel largo, bien caído, puede hacer de fondo escénico y conectar todas esas piezas distintas. Como si dijera: “estáis todos invitados, no importa si venís de diferentes sitios”.
¿Te atreves con algo más alegre? Prueba nuestros manteles estampados. Hay uno que tiene un aire a las telas provenzales que siempre me recuerda a nuestras escapadas a Isle sur la Sorgue…
Preguntas frecuentes
¿Qué color de mantel queda bien con una mesa de madera oscura?
Los tonos crudos, blanco roto, beige y lino natural son perfectos. Aportan luz y equilibrio.
¿Puedo usar mantel con una mesa de cristal?
Sí. Uno fino y vaporoso puede suavizar la frialdad del cristal y evitar marcas. Además, ¡no es obligatorio taparla por completo! También puedes usar caminos de mesa.
¿Qué tipo de mantel es más versátil para combinar estilos?
Un mantel liso de lino en tono neutro. Te servirá todo el año y se adapta a cualquier vajilla.
¿Cómo evitar que un comedor parezca demasiado mezclado?
Elige una paleta común (dos o tres colores base) y usa el mantel para “atar” todo el conjunto visual.
Conclusión
Combinar mesas y sillas de comedor es más fácil (y más bonito) cuando dejas de pensar en reglas y empiezas a imaginar momentos. Porque al final, una buena comida no empieza con la receta… sino con la mesa.
¿Y si la próxima cena la vistes para que te alegre la vista cada vez que la ves?
Con cariño,
Marga
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